El gran número de 'suicidios' de mujeres jóvenes en la región kurda del sureste de Anatolia, ha hecho que las Naciones Unidas enviara una delegación para investigar los hechos de cara a su ingreso en la UE, advirtiéndole que vigilara sus progresos en materia de derechos de la mujer. Algunas mujeres han sido lapidadas hasta la muerte, quemadas vivas, estranguladas o tiroteadas por el sólo hecho de haber mirado a un chico, llevar falda corta, querer ir al cine, ser violada, o tener relaciones sexuales fuera del matrimonio; y por ello, algunas familias turcas inducen a sus hijas a quitarse la vida para 'lavar' la 'deshonra' que esos indicios suponen para la familia.
Algunas asociaciones de mujeres aseguran que un creciente número de chicas 'deshonradas' son encerradas en una habitación durante días con raticida, una pistola o una soga, y que sus familias les dicen que la única solución para salvar el honor es la muerte.
Hasta hace poco tiempo, los familiares de una chica deshonrada elegían normalmente a un hermano menor de edad para que la ejecutara dado que el chico sólo recibía una corta condena de prisión; no obstante, la reforma del código Penal de Turquía ha establecido condenas a muerte para estos "crímenes de honor", sin embargo, esto ha hecho que las familias tomen otras medidas, como obligar a las chicas a suicidarse, o asesinarlas y disfrazar la muerte por suicidio o accidente.
